El Inevitable Renacimiento de Cuba

Mauricio Valentinoti Palacios
3 min readJul 18, 2021
Foto de El Confidencial

Una isla con 11.3 millones de habitantes llamada Cuba. Un país que, al menos en el imaginario colectivo internacional, representa una imagen de un gobierno “socialista” y/o de izquierda que ha retado al discurso occidental de democracia y capitalismo desde su revolución. Hoy en día, Cuba vive la peor crisis económica y humanitaria desde la caída de la Unión Soviética. En los 90’s, la URSS era sin duda su principal benefactor. Desde principios del siglo XXI, comenzó a depender más de otros Estados hermanados, tales como Corea del Norte y Venezuela. Sin embargo, la caída económica estrepitosa de este último ha aportado a la creciente crisis interna de Cuba.

Hace unos días, se detonaron protestas sociales de un nivel no visto desde hace décadas en la isla. Inflamados por el auge y la voz de una generación joven que creció durante la crisis económica. Con recortes constantes al internet e incluso a la electricidad, la población está harta de padecer los estragos de un estado de guerra, en un país sin conflicto militar al momento. La pregunta es, ¿quién tiene la culpa de tan lamentable situación?

Claramente, no es posible ignorar el hecho de que Cuba vive en una dictadura nacida de la revolución del siglo XX. La dinastía Castro ha impuesto un modus operandi de gobernanza que es prácticamente imposible de quebrantar por la oposición política de la isla, al menos a través de medios pacíficos. El código y discurso que instrumentalizan al poder en Cuba, son la narrativa revolucionaria y la defensa de los intereses del pueblo ante el imperialismo extranjero. Una retórica que obedece en realidad a los intereses de aquellos que residen en las más altas esferas del poder en el país, que poco interés han demostrado hacia su población tan vulnerable. Mientras tanto, las necesidades de la isla se pasan a un segundo plano, incluso al grado de no desarrollar una industria alimenticia para ser autosuficientes y tener que llegar a importar hasta el 70% de todos sus alimentos, una fórmula que impide la estabilidad del territorio y cualquier proyecto de desarrollo.

Aún así, en mi opinión la causa raíz de la crisis doméstica de Cuba no viene del interior de la isla. Por una parte, es producto de una larga serie de acontecimientos provocados por la lucha constante de ideologías políticas durante la guerra fría. Cuba fue, en esencia, un tablero para ejercicios de espionaje y contraespionaje entre los bandos opuestos de la guerra fría. Lo que provocó que fuera imposible generar instituciones democráticas fuertes. Por otro lado, es consecuencia de las decisiones de política exterior tomadas desde Washington. El actual presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, prometió durante su campaña levantar paulatinamente las sanciones impuestas a Cuba. Una promesa que obviamente no ha sido cumplida. Ya que a Biden “le puede más” la opinión de sus adversarios en casa que una crisis humanitaria, pues el partido Republicano aprovecharía su benevolencia al régimen cubano como una muestra de su acercamiento indecoroso al “peligroso socialismo”. Un corredor humanitario en donde Estados Unidos permita el paso de alimentos y medicinas, parece ser una idea con demasiado costo de capital político para los Demócratas. Manchando un discurso hipócrita donde defienden “estar con la población cubana”.

Mientras que los políticos cubanos piensan en formas de mantener su poder a través del populismo y los políticos estadounidenses piensan en votos para las futuras elecciones, los cubanos siguen sufriendo de un estado de guerra generado por un gobierno duro y por el desinterés de los Estados Unidos. La pandemia y el cambio climático, pintan un escenario deprimente. Pues se viene una crisis migratoria de niveles nunca antes vistos, tanto de cubanos como de haitianos que posiblemente transitarían por la isla para llegar a América continental. Con ello, se vislumbra un panorama que agrave aún más la crisis humanitaria en la zona, escasez de alimentos y medicinas, así como la creación de un ambiente ideal para el desarrollo de actividades ilegales por parte del crimen organizado internacional.

El renacimiento de Cuba es inevitable, liderados por una población joven que quiere tomar las cosas en serio. En un país cuyas condiciones difíciles ha obligado el surgimiento de un sinfín de talentos en todos los sectores. Es solo cuestión de tiempo para que sus habitantes se subleven ante su gobierno y ante un sistema internacional que los ha ignorado por completo.

MVP

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Mauricio Valentinoti Palacios

International Relations Topics Analyst | ENG & ESP | Since 1995 | Take a look at my academic portfolio: https://itesm.academia.edu/ValentinoPalacios